TABACO
¿Es una droga? ¿Es una droga blanda?
Como es legal, no
hace tanto daño, no?
Si quieres saber más sobre el tabaco y
su adicción lee este post.
Estamos aquí para resolver tus dudas y
ayudarte. No dudes en ponerte en contacto con nosotros.
Según la Organización Mundial de la
Salud el tabaquismo supone la segunda causa de muerte en el mundo y es
responsable de la muerte de uno de cada diez adultos a nivel mundial (alrededor
de cinco millones de muertes cada año).
Si la pauta actual continua, el tabaco causará diez millones de muertes
al año en 2020. La mitad de las personas que fuman hoy día (cerca de 650
millones) habrán muerto a causa del tabaco.
Aparte de los problemas que el tabaco
ocasiona en la salud hay que pensar en el gasto, tanto personal como sanitario,
que se deriva de su consumo. Si una paquete de tabaco cuesta alrededor de 2,20
euros, ¿cuánto gasta un consumidor habitual al año? Si se calcula que el
fumador consume alrededor de media cajetilla al día, se gastaría casi 400 euros
al año. Además, el tabaco es la droga más asequible para cualquier ciudadano
tanto en lo que se refiere a la adquisición como al consumo. Los datos que
relacionan tabaco y jóvenes son alarmantes. No en vano, es la segunda droga,
después del alcohol, más consumida por los adolescentes.
Resulta preocupante observar que los
estudios señalan que los menores empiezan a fumar a los trece años, siendo la
droga en la que se inician a edad más temprana. Un año después comienzan a consumir
diariamente, sin ser conscientes del peligro que este hábito tiene para su
salud.
La nicotina es una sustancia
estimulante, pero la mayoría de los fumadores creen que el fumar les relaja,
pero en realidad es porque calma la ansiedad provocada por la falta de nicotina
en el cuerpo (un síntoma del síndrome de abstinencia).
Desde el momento que un individuo se
convierte en un fumador habitual, los componentes tóxicos del humo del tabaco
comienzan una lenta pero infatigable labor.
Un gran número de enfermedades, en
diversos sistemas de nuestro organismo, resultan provocadas o favorecidas por
el tabaquismo.
Aparecen, en un principio, esas
"pequeñas" señales de alarma a las que el fumador se habitúa a pesar
de que van progresivamente mermando su calidad de vida (cansancio, tos,
expectoraciones, etc...). Son el principio de unos efectos negativos de los que
se pueden destacar estos.
Efectos a corto plazo:
• Fatiga
prematura.
• Mayor
riesgo de anginas.
• Aumento
de constipados.
• Tos
y expectoraciones.
• Pérdida
de apetito.
• Alteraciones
del ritmo del pulso.
• Color
amarillento de los dedos y dientes.
• Mal
olor que se desprende de la boca y del aliento.
Consejos para jóvenes
Como hemos visto, el tabaco es una de
las drogas más consumidas, entre otras cosas, porque en nuestra sociedad se
relaciona el consumo de tabaco con todo tipo de actos sociales, esta relación
lleva a que en ocasiones se abuse del consumo y se realice de una forma
compulsiva, inconsciente y poniendo en riesgo nuestra propia salud, por eso
queremos ofrecer una serie de recomendaciones:
NO consumir
1. Si
eres menor de 18 años (afecta más a tu organismo y está prohibido por la ley).
2. Si
padeces o has padecido alguna enfermedad de pulmón, asma o afectaciones del
aparato respiratorio.
3. Si
estás embarazada.
4. Si
el motivo que te lleva consumir, es porque lo hacen tus amigos.
5. Si
piensas que te puede tranquilizar o animar.
Reduce los riesgos
Si aún después de estos consejos,
consumes tabaco, ten en cuenta esto:
1. Antes
de fumar hay que ser educado y preguntar si molestas a los que están contigo.
2. Deja
la última parte del cigarrillo en el cenicero, es la que tiene mayor
concentración de sustancias tóxicas.
3. No
fumar en circunstancias especiales: conduciendo, en la cama, en ambientes
cerrados (ascensores) o en presencia de niños o enfermos.
4. Deja
pasar al menos una o dos horas entre cada cigarrillo, incluso más tiempo.
5. Apagar
bien el cigarrillo puede prevenir muchos incendios.
6. Hacer
algún ejercicio físico o deporte, y si te encuentras mal, con tos, o con
asfixia al esfuerzo, acude al médico.
Consejos para padres
Qué debemos hacer
1. Primero
hay que darles un buen ejemplo, si nuestros hijos nos ven fumando, aprenderán
este comportamiento, sobre todo no es conveniente que nosotros abusemos en el
consumo de tabaco.
2. Debemos
ser críticos ante la publicidad de tabaco que aparecen en los medios de
comunicación y enseñar a nuestros hijos a verlas de una manera constructiva sin
caer en los mitos que de esta publicidad se derivan.
3. Debemos
enseñar a nuestros hijos a resolver los problemas que les surjan de una forma
adecuada y que no vean el consumo de tabaco como la forma de resolver u olvidar
sus problemas o de ser como los mayores.
4. Dialogar
con los hijos y mantener conversaciones claras y sin tabúes sobre el tabaquismo
es una buena forma de prevenir el futuro consumo o los problemas derivados del
mismo.
5. Hacer
ver a nuestros hijos y enseñarles a tratar a los fumadores con respeto y que
sepan que es un problema que se puede tratar e incluso animarles a ayudar a
personas que tengan esta problemática.
Qué NO debemos hacer
1. Utilizar
cualquier celebración o acontecimiento para consumir tabaco delante de nuestros
hijos.
2. Animar
a los niños a fumar o a simular fumar, aunque sea en un momento puntual, con
algún motivo festivo o intencionado.
3. Asociar
la diversión y el ocio con el consumo del tabaco.
4. Ser
permisivo y dejar pasar episodios de consumo, en vez de dialogar con los hijos
después de alguno de estos episodios.
5. No
querer hablar del consumo de tabaco o hacerlo de una forma autoritaria.
6. Consumir
habitualmente tabaco en casa.
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