Salud del planeta y salud mental:hablamos de eco-ansiedad

 Hoy, como cada 22 de abril desde el 1970, se celebra el Día Mundial de la Tierra, nacido para sensibilizar a la población mundial sobre las múltiples adversidades ambientales. Seguramente una causa noble,

¿Pero qué pinta con la salud mental y la prevención a las adicciones?

Cuando hablamos de problemas medioambientales, solemos pensar casi exclusivamente en las repercusiones económicas, sociales y físicas a corto y largo plazo, especialmente en lo que se refiere al futuro de Occidente y de los Países con economías en crecimiento. Seguramente los efectos directos del cambio climático sobre la salud mental son los más evidentes y fácilmente identificables para todos: por ejemplo, nadie se espera sobrevivir a un evento extremo como un desastre ambiental sin llevarse algún rastros a nivel psicológico. Años de práctica e investigación de psicológica de la emergencia confirman lo que es la deducción del sentido común: el 75% de los sujetos expuestos a un desastre natural ambiental, ocasionan síntomas ansiosos y depresivos, estrés postraumático, alteraciones del sueño, abuso de alcohol y otras adicciones, problemas en la interacción familiar y aumento de conductas violentas y suicidas. (Chou F, Wu H, Chou P, Su C, Tsai K, Chao S, et al. Epidemiological psychiatric studies on post-disaster impact among Chi-Chi earthquake survivors in Yu-Chi, Taiwan. Psychiatry Clin Neurosci. 2007 y Clayton et al., 2017). 

En el caso de los efectos indirectos de los problemas ambientales sobre la salud mental son menos evidentes, pero tienen igualmente un pesante  impacto a nivel mental y se derivan del malestar emocional causado por la conciencia de Cambio climático, percibido como una amenaza. 

Dicho de forma más comprensible se relacionan con los trastornos de ansiedad  de forma tan evidente que la APA acuñó el término especifico “Eco-ansiedad” en el 2017. 

Con este término se identifica "el temor crónico a sufrir un cataclismo ambiental que se produce al observar el impacto aparentemente irrevocable del cambio climático y la preocupación asociada por el futuro de uno mismo y de las próximas generaciones”. 

Años de trabajo en el campo de la prevención y lucha a las adicciones nos enseñan que entre las formas de lidiar con las varias formas de ansiedad, independientemente de su causa, están las adicciones. Nuestra experiencia directa es confirmada por los datos de la investigación En España del grupo de la Universidad Miguel Hernández de Elche (García Oliva & Piqueras 2016). 

En una sociedad donde es acostumbre huir da lo que sentimos, las adicciones ayudan a distraer da nuestras emociones incómodas y el miedo de no tener un futuro, como en el caso de la eco-ansiedad, es un algo muy difícil da gestionar.

Aunque cueste imaginarlo, este es un temor generalizado en la actualidad, sobre todo entre las nuevas generaciones: basta pensar que una reciente investigación publicada por The Lancet (en la que participaron 10.000 personas de 10 países diferentes y edades entre los 6 y los 25 años) un 45 % de la población afirma que, la preocupación por el clima afecta de forma negativa a su vida cotidiana; tres cuartas partes cree que “el futuro es aterrador” y un 56 % asegura que “la humanidad está condenada” (C. Hickman 2021) Cifras inquietantes, que auguran un potencial aumento de casos de adicción con o sin sustancia. Cifras que en el caso de la España son confirmadas y casi doblada, según el informe “El Futuro es Clima” (encuesta, elaborada conjuntamente por PlayGround y Osoigo Next, fue realizada a más de 9.000 jóvenes de entre 16 y 30 años entre el 1 de julio al 15 de agosto de 2022). 

Por eso, como Asociación involucrada en la prevención y la lucha a las adicciones, creemos que es necesario tomar medidas para contrarrestar la propagación de esta forma de ansiedad. Cada día en todas nuestras actividades tratamos de fomentar una relación positiva con el entorno, haciendo de la frase “¡Sé la solución!”, lema de nuestro amigo y compañero de actividades Quique Bolsitas, una herramienta de trabajo útil para poner en práctica el sentido de autoeficacia en nuestros usuarios, y usuarias, centrar su atención en el “aquí y ahora”, evitando situaciones de ansiedad anticipatoria y aumentar el sentido de responsabilidad. Estamos convencidos de que nuestro enfoque permita no solo un mundo más limpio, sino obtener una relación más optimista con nuestro planeta, evitando el aumento de casos de adicción por eco-ansiedad.





Comentarios

Entradas populares de este blog

Alcohol: ¿ habito y/o adicción?

Una sorpresa desagradable.

Comprar: ¿necesidad o adicción?