De medicina y magia a la adicción más normalizada: El tabaco.

El 24 de mayo se celebra el día mundial sin tabaco para recordar los peligros que supone su consumo, luchar contra esta epidemia y que las personas tengan la oportunidad de reivindicar una vida sana y el derecho a la salud propia y de futuras generaciones (Organización Mundial de la Salud, s.f.)

 

Originalmente, el tabaco tenía una connotación religiosa y medicinal, ya que era una planta que utilizaban los mayas en rituales religiosos y como método de expulsión de “demonios” que te hacían enfermar. Cuando los aztecas invadieron el territorio de los mayas, adoptaron la costumbre de fumar el tabaco pero con una connotación más social que religiosa. Esta costumbre continuó hasta la llegada de los europeos cuando Colón conquistó América y descubrió, entre otras cosas, la hoja del tabaco y su uso.

En el siglo XVIII, el auge de las industrias tabacaleras era notorio (fábricas de tabaco de Sevilla y Cádiz) y el tabaco era recetado como medicamento para combatir los dolores de cabeza.

“Antonio Joseph Rodríguez resumió en el siglo XVIII las virtudes que se atribuían al tabaco: «Es remedio el tabaco, y admirable, por lo mismo que es medicamento activo. En las hemicraneas, y demás dolores de cabeza por coryza, y otras fluxiones, y destemplanzas frias, y lymphaticas, es remedio grande. Su humo por las narices y oídos mata los Gusanos o Lombrices, quando por estos duele la cabeza. Y sus hojas verdes, medio asadas sobre rescaldo, y puestas sucesivamente según se sequen, sobre la Cabeza, curan la Jaqueca» (Palestra Critico-Medica, Zaragoza 1744)”.

A mediados del siglo XVI, el embajador francés en Lisboa Jean Nicot realizó varios experimentos con la intención de estudiar las propiedades curativas del tabaco.

Sin embargo, en 1828 Posser y Reiman aislaron la principal sustancia de la planta y la llamaron nicotina, en honor a su descubridor Jean Nicot. De esta forma, se identificaba la nicotina como principio activo y los estudios derivados evidenciaron su peligrosidad y su naturaleza adictiva. Fue entonces cuando se empezaron a crear campañas contra el tabaco y sus devastadoras consecuencias en el cuerpo y la salud de las personas.

 

Pero, ¿Qué hubiera pasado si nunca se hubiera descubierto los verdaderos efectos negativos del tabaco en la salud?

 

Actualmente, el tabaco es considerado como una droga legalizada que actúa como estimulante del sistema nervioso central. Aunque la mayoría de fumadores piensen que tiene un efecto relajante, lo que en realidad sucede es que el cuerpo ha creado una adicción y la sensación de paz que se experimenta es la de la nicotina, principal sustancia tóxica del tabaco, calmando esta necesidad de fumar.

Los cigarrillos están formados por diferentes componentes que son igual de nocivos para salud que la nicotina, sin embargo, un cigarrillo encendido puede provocar más de 4.000 sustancias tóxicas diferentes, por lo que afecta no solo a quien lo consume de forma directa sino también a los llamados “fumadores pasivos”.

Los “fumadores pasivos” son personas que no consumen tabaco pero respiran el aire contaminado. Inhalar este aire es igual de perjudicial debido a que se aumenta la posibilidad de desarrollar las mismas enfermedades que una persona fumadora (cáncer de pulmón, problemas de corazón, etc.)

España es uno de los países donde comprar tabaco es más barato respecto a otros países europeos, lo que lo hace más asequible. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud asegura que el tabaquismo aumenta la pobreza debido a que el dinero destinado a este consumo podría dedicarse al gasto y sustento de necesidades básicas como la alimentación.

Aunque en la última actualización de la Ley Antitabaco de nuestro país se registró una subida del precio, estipulando alrededor de unos 5€ de media por cajetilla, en países como Irlanda, Francia o Reino Unido, el precio del tabaco supera los 10€ por cajetilla.

 

Según el Informe de 2023 sobre Alcohol, Tabaco y Drogas Ilegales en España, el tabaco es la sustancia psicoactiva más consumida entre la población de 15 a 64 años con una prevalencia del consumo del 69,6%.

En este informe se destaca que el 2,9% de personas iniciaron su consumo de tabaco en el último año,  y que hay una prevalencia de hombres frente a mujeres en el consumo de este.

Entre los consumidores de tabaco diario, un 64,2% se ha planteado dejar de fumar, siendo la mujeres la mayor parte de este porcentaje frente a los hombres.

Aunque este porcentaje es alto, en el intento por dejar de consumir tabaco, aparece el consumo de cigarrillos electrónicos como un atisbo de esperanza. Pero lo que no sabe gran parte de la población es que este tipo de cigarrillos pueden llegar a ser igual de adictivos.

Mientras que en 2015 el porcentaje de personas que consumían este tipo de cigarrillos es del 6,8%, en 2022 se ha registrado un 12,1%.

Los cigarrillos electrónicos, denominados Dispositivos Susceptibles de Liberación de Nicotina (Ley 28/2005 y Real Decreto 579/2017), se encuentran asociados al tabaco.

Este tipo de vapers, como también se conocen a estos cigarrillos, calientan un líquido para producir el humo que es inhalado por las personas que lo consume. Este líquido puede contener nicotina, THC (aceite tetrahidrocanabinol, compuesto psicoactivo presente en la marihuana) CBD (cannabinoides), y otros aditivos y saborizantes, que son perjudiciales para la salud.

No son una alternativa saludable para dejar de fumar, y cada vez son más los jóvenes que lo consumen. Su método como alternativa a dejar de fumar está en duda por la Organización Mundial de la Salud.

 

Aunque histórica y culturalmente el tabaco se ha percibido de diferentes formas, incluso encontrándose en polos totalmente opuestos, somos conscientes de que hay numerosas evidencias científicas que afirman que, lejos de entenderse como algo cultural, un medio de socialización o algo similar, el tabaco y el humo que produce contiene tantas sustancias cancerígenas como tóxicas para nosotros y nuestro entorno.

Fumar, cigarrillos, vapers, cachimbas, o cualquier sucedáneo, puede ser un acto de reconocimiento social en cualquier etapa de nuestra vida, pero también puede ser el inicio de una lucha constante de nuestra salud por mantenerse en buenos niveles de desarrollo.

Aunque es una conducta socialmente aceptada y legalizada, fumar mata, de muchas formas. Pero seguimos leyendo el mismo mensaje en diferentes fuentes (de letras) y seguimos normalizando el tabaco como parte de nuestro día a día.

 

*  Si estás pensando en dejar de fumar y aún no te decides… aquí te dejamos más de 100 razones para dejar de fumar recogidas por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) de la Organización Mundial de la Salud (OMS)

https://www.paho.org/es/mas-100-razones-para-dejar-fumar

*    Os dejamos un vídeo muy interesante de LA HIPERACTINA sobre el tabaco y el vapers

https://www.youtube.com/watch?v=eEdkHosnVy4


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